RESIDENCIA PRIVADA
COLLBATÓ, BARCELONA
ESPAÑA
ARQUITECTO
EVA FERNÁNDEZ
OBRA
INTERIORES, EXTERIORES, PISCINA
COLORES ROSA GRES
PIETRO WHITE

«... Durante décadas hemos construido edificios sin considerar su impacto ambiental y para la salud. Utilizando materiales contaminantes, que requerían de mucha energía y generaban una gran cantidad de residuos. Muchas veces pensando sólo en la imagen. Sin tener en cuenta que la orientación, la situación y el uso de materiales naturales, son la base para construir edificios que, sin renunciar a la estética, no necesitan malbaratar recursos...»
La arquitectura dentro de 1 siglo será
Será sin duda más sostenible y esto se conseguirá, paradójicamente, volviendo a la tradición, cuando los edificios, en sí mismos, eran eficientes y se adaptaban a las necesidades del entorno y se construían utilizando materiales próximos al lugar donde se encontraban. (…) Por supuesto la tecnología estará y deberá estar presente, pero sin olvidarnos de que no lo es todo y recordando de dónde venimos y porqué.
Tu proyecto más soñado es
Mi proyecto soñado, siempre está por llegar, cada encargo es un reto y una ilusión, un papel en blanco que se convertirá en realidad y después llega un nuevo desafío y cuando creo que he cumplido un sueño, aparece otro.
El alma de un proyecto para ti es
El alma de un proyecto es conseguir que el cliente tenga todo lo que quería, que cada rincón sea suyo y sienta que por fin ha llegado a su hogar. Me enorgullece volver a las casas que he hecho y hablar con mis clientes, que casi siempre se convierten en amigos, y ver cómo las disfrutan y lo bien que se sienten en ellas.
Qué cambiarías del mundo de la construcción
La construcción es un mundo que genera una gran cantidad de dinero y se ha deshumanizado y desprofesionalizado. Me gustaría volver a encontrar los oficios que están desapareciendo; un buen encargado de obra, un buen carpintero, un buen instalador…, que quieran hacer bien su trabajo y con honradez. Estamos en un momento en el que todo el mundo pretende saberlo hacer todo y eso es imposible.
Qué no cambiarías nunca
No cambiaría nunca mi profesión ya que, a pesar de las dificultades, me llena de satisfacción y me hace sentirme viva. A veces me quejo, de la burocracia, de la influencia económica en las obras, de la falta de profesionalidad…, pero sin la arquitectura no sería yo.

«... aunque parezca una contradicción, esta vivienda tiene un estilo tradicional y moderno a partes iguales y conseguirlo ha sido el reto más importante de mis 20 años de profesión...»
Sobre el concepto creativo de esta obra. Una definición de estilo
(…) Mis clientes querían una casa con una imagen actual, pero se encuentra en Collbató, a los pies de la montaña de Montserrat, esto implica unas estrictas condiciones estéticas establecidas por el patronato de la Montaña de Montserrat y publicadas por el Ministerio de Cultura a través de la Comisión de Patrimonio Histórico-Artístico de Barcelona, que limita el diseño arquitectónico de las viviendas y de su jardín, para respetar el paisaje de la Montaña y no perjudicar la armonía de su entorno.
Está limitada la volumetría, los colores, la forma y los materiales, con la voluntad de mantener las tradiciones constructivas de la zona, para que las construcciones no rompan el equilibrio del entorno y desmerezcan la imagen de Montserrat.
Después de mucho trabajo y más de un intento de conseguir la licencia municipal de obras, al final se pudo cumplir la normativa urbanística y que a su vez la vivienda tenga una imagen moderna. De hecho, al ver el resultado, pienso que no habría conseguido un proyecto así sin las restricciones y que, de estar en otro sitio, la casa no sería tan especial.

«… Lo más relevante del proyecto es la forma en la que el interior y el exterior de la vivienda son un único espacio, sin límites, y que a su vez se funden con la Montaña de Montserrat, como si ésta se hubiese colocado de forma expresa, para ser parte de ella…»

Lo más relevante de este proyecto
(…) La vivienda se construyó respetando la tradición local; con cubiertas inclinadas acabadas de tejas y fachadas de piedra natural de vinaixa y paños de revestimiento acrílico orgánico. Para integrar la vivienda en el paisaje se utilizó vegetación autóctona y el pavimento Pietro White de Rosa Gres, que se podía utilizar en el interior, en el exterior y en la piscina. Su imagen pétrea fue el nexo de unión entre la vivienda y el jardín y entre el jardín y la montaña y el entorno protegido que la rodea.
El pavimento In & Out de Rosa Gres, con el mismo formato y apariencia para el interior que para el exterior, pero con propiedades antideslizantes cuando está en la intemperie, fue el hilo conductor del proyecto, ya que en base al mismo se escogieron los colores de la fachada, del mobiliario e incluso de la decoración interior.
También es muy relevante la funcionalidad de la vivienda. Los propietarios querían una casa práctica y cómoda en la que se pudiese vivir en la planta baja, sin necesidad de acceder a la planta primera, de modo que el programa funcional principal está todo en la planta baja, que está totalmente adaptada para que una persona con movilidad reducida o una persona mayor, pueda vivir de forma autónoma en ella.

Cómo funciona la vivienda y su acceso para ser totalmente adaptada
Al acceder a la vivienda desde la puerta principal, encontramos un recibidor abierto, pero que impide tener una visión directa del salón sin entrar. A la derecha, y para mantener la privacidad de la habitación principal, encontramos el acceso a una gran suite pasando por el vestidor y de allí al baño o a la zona de la cama.
La suite está pensada para que una persona pueda estar durmiendo, aunque la otra se levante antes, y esto se consigue porque el baño adaptado tiene dos puertas, una hacia el vestidor y otra hacia la cama, de modo que desde la cama se puede acceder al baño y de allí al vestidor y salir de la habitación, sin molestar a quien duerme. Después del recibidor se llega a un gran salón-comedor, de 67m², con la cocina integrada.
El salón está presidido por un doble espacio de 6,90m de altura, del que cuelga una lámpara de 4,70m de longitud y que tiene una ventana de 3,30m por 2,50m que lo ilumina todo el día, ya que se encuentra en la fachada orientada a norte, de modo que tiene una luz constante sin necesidad de bajar las persianas, porque no puede entrar un rayo de sol directo que impediría ver la televisión o que reflejaría en exceso.
En la fachada del salón orientada a sur se colocó el mobiliario de la cocina, para tener la máxima iluminación en la zona de trabajo y en la gran isla central. Al fondo del salón encontramos un aseo de cortesía, un lavadero y el acceso al aparcamiento para dos coches, que también está en la planta baja para evitar tener escaleras.
A través de una escalera volada que nace en el salón se llega a la planta primera, donde hay tres habitaciones que comparten un baño y a las que se accede rodeando el hueco del doble espacio, que tiene el techo inclinado -siguiendo la pendiente de la cubierta- para darle la máxima amplitud y una barandilla de cristal sin montantes encastada en el suelo, que hace que siempre sea visible el salón y se tenga la sensación de estar pasando por una pasarela en el aire. El gran ventanal del doble espacio en la planta primera enmarca la montaña de Montserrat como si fuese un cuadro.
Dos de las habitaciones tienen acceso a una terraza donde también se colocó el pavimento de rosa gres en su modelo antideslizante, de manera que el suelo de la terraza se funde con el del jardín y el de la piscina y parecen un único espacio.
En el jardín tampoco existe ningún peldaño y el desnivel de 20cm entre la calle y la planta baja se resuelve con una rampa prácticamente imperceptible a los ojos.
Otro de los condicionantes de los propietarios era que el pavimento exterior fuese muy antideslizante y este fue otro de los factores para escoger el pavimento Pietro White de Rosa Gres, porque hay muchos modelos de gres porcelánico antideslizante en el mercado, pero pocos de ellos son aptos para piscinas públicas y no querían correr el riesgo de poder resbalar, en una zona en la que, debido a su proximidad a la montaña y a su altura topográfica, el rocío de las mañanas moja el suelo durante gran parte del año.





Paisaje, entorno y diseño, ¿cómo encajan?
La vivienda, buscando la armonía con el paisaje que la envuelve y respetando la tradición local, se construyó con cubiertas mayormente inclinadas acabadas con tejas árabes de color marrón. Las fachadas están revestidas con piedra natural de Vinaixa cortada manualmente una a una en la propia obra y con paños de revestimiento acrílico orgánico de color beige.
Para evitar que su arquitectura pudiese implicar un impacto en cuanto a la forma y al volumen, se proyectó una vivienda poco compacta, con una diferencia de superficie importante entre la planta baja y la planta primera, que se integra mejor en el paisaje que si se hubiese concentrado en un volumen de dos plantas de altura.
Para potenciar este efecto integrador, de forma generalizada, las fachadas tienen la parte inferior de piedra natural y la parte superior acabada con revoco. Para separar ambos materiales se proyectó un alero de 40cm de longitud, que además sirve para proteger de la lluvia directa las grandes aberturas de la planta baja.
Toda la cubierta inclinada de tejas está envuelta por un murete perimetral, cumpliendo la normativa urbanística, pero sin que se vean las tejas, lo que ayuda a dar una imagen más moderna a la vivienda. La carpintería de color marrón claro se integra con el revoco y con la piedra en perfecta armonía y la terraza de la planta primera está envuelta por una barandilla de cristal sin montantes, para que no interfiera en la imagen de la vivienda.
Para destacar la situación de la puerta de acceso a la vivienda desde la puerta del jardín, se construyó una pérgola triangular, también revestida con un revestimiento acrílico orgánico, que conduce a una puerta pivotante de aluminio lacado del mismo color marrón oscuro que los tres pilares del porche.
Todo el pavimento cerámico del jardín está ligeramente elevado respecto de las zonas ajardinadas, para generar una plataforma enmarcada perimetralmente con luz.
La valla de la calle se diseñó como si fuese parte de la vivienda y no un mero cerramiento, con la parte inferior de piedra Vinaixa y la parte superior de franjas verticales de acero lacado del mismo color que la puerta de entrada y los tres pilares del porche de la planta baja.
Al acceder al jardín desde la calle, encontramos un olivo a cada lado, el árbol más emblemático del valle que rodea la montaña de Montserrat y a la izquierda, en un lateral, está la piscina, en un lugar cuidadosamente estudiado para tener sol de este todas las mañanas del año y sol de oeste durante las tardes en primavera y verano

«... Pietro White (...) imita a una piedra de color marrón claro con vetas grises y marrones, que combinaba con la piedra y los tonos marrones que, por normativa, se debían utilizar en las fachadas. Literalmente, con una baldosa de Pietro White bajo el brazo, se fueron eligiendo el resto de los materiales del interior de la vivienda...»
¿Cómo eliges los colores?
Para que el interior de la vivienda, el jardín y el entorno la rodea se fundiesen, se debía empezar por tener un pavimento que se pudiese colocar en toda la vivienda; tanto en el interior, como en el exterior, como en el interior de la piscina, y se escogió el pavimento Pietro White de la Empresa Rosa Gres, un material que imita a una piedra de color marrón claro con vetas grises y marrones, que combinaba con la piedra y los tonos marrones que, por normativa, se debían utilizar en las fachadas.
Literalmente, con una baldosa de Pietro White bajo el brazo, se fueron eligiendo el resto de los materiales del interior de la vivienda. Las paredes están pintadas de un color beige muy claro y la carpintería de aluminio cambia de color -de marrón claro en el exterior, a blanco en el interior-, para ser lo más neutra posible en las dos situaciones.
El mobiliario de la cocina tiene dos colores; un beige claro en la zona del mueble alto del fondo, para que los muebles fuesen lo más livianos posible y una isla de color marrón grisáceo más oscuro para resaltarla. El mármol de la isla es de color claro y con vetas marrones, similar al pavimento, para que sólo existiese un material pétreo en el salón.
Los elementos textiles -las cortinas, el sofá, los cojines, etc.- son de colores lisos entre beige y terrosos, al igual que los muebles, que tan sólo tienen algunos elementos de color y textura de madera -como una de las mesitas del sofá o la gran mesa del comedor-, acorde con la escalera volada de madera de roble natural. Tan sólo tiene un color más oscuro la alfombra del sofá, para enmarcar la zona de descanso y separarla sutilmente del resto de la sala. En todos los baños se colocó una baldosa de color nácar imitación a cemento, muy neutra y sin veta, para resaltar el suelo pétreo y los muebles de madera con encimeras blancas.

¿A qué retos te enfrentaste con este proyecto?
Tal como se ha indicado anteriormente, el principal reto fue conseguir que la vivienda tuviese una imagen actual, dando cumplimiento a la estricta normativa urbanística y estética de la zona en la que se encuentra y que tiene la voluntad de que las construcciones sean tradicionales.
En el interior no había restricciones y la vivienda es moderna, sobre todo en la forma en la que se organiza el espacio común alrededor del doble espacio y fue también un reto que el salón, de 8,00m por 8,40m, no tuviese ningún pilar central, ni en dos de los extremos, para tener dos esquinas totalmente transparentes; una de ellas en la fachada posterior y otra en la fachada principal para salir al porche a través de dos hojas de cristal y dos cerramientos opacos -a modo de persiana-, ambos sin un montante central y que se esconden dentro de las paredes laterales para que, cuando están abiertos, no exista ningún límite entre el interior y el exterior, ya que el suelo interior tiene la misma apariencia que el exterior y las guías están encastadas en el pavimento.
Esto se consiguió con dos grandes jácenas de hormigón armado, situadas junto al hueco del doble espacio, ocultas por el falso techo. El pilar, que no podía estar en la esquina, se traspasó al extremo del porche, donde se colocaron otros dos pilares -además del que realmente es estructural-, para que pareciese más un elemento de separación entre dos zonas del jardín -la de la piscina y la de la parte lateral ajardinada- que una necesidad de la propia estructura.

¿Qué elementos/conceptos arquitectónicos has tenido en cuenta para potenciar la sostenibilidad del proyecto?
Toda la vivienda y su jardín fueron proyectados y construidos en base a criterios de sostenibilidad. El propio diseño de la vivienda hace que requiera de la mínima energía posible, buscando la mejor orientación y favoreciendo la ventilación cruzada, que permite aprovechar las condiciones naturales del entorno -el viento y la temperatura exterior-, para renovar el aire de forma continua y eficiente.
En las fachadas se utilizaron materiales naturales, la piedra Vinaixa y un revestimiento acrílico orgánico y el pavimento In & Out de Rosa Gres se escogió, no sólo por su estética y sus propiedades, sino que también se valoró que la empresa fabricante, con su Proyecto Zero, implementará en sus procesos de producción criterios de sostenibilidad, con un bajo impacto medioambiental.
El interior se calienta en invierno con un suelo radiante -que requiere de poca energía, porque trabaja a baja temperatura- y se refrigera en verano con un aire acondicionado distribuido por conductos que se regula en distintas zonas, según la orientación, la superficie y las necesitades para optimizar el consumo y mejorar la eficiencia. Ambos sistemas se generan con una bomba de calor de aerotermia con una calificación energética A+++, una energía renovable y sostenible, que además se ayuda con 34,00m² de placas fotovoltaicas que abastecen de electricidad el interior y el exterior de la vivienda y la recarga de dos vehículos eléctricos. En los momentos climáticos menos extremos de calor y frío, la vivienda tiene un consumo eléctrico de prácticamente cero.




El jardín de 626m², también se proyectó para que fuese eficiente, poniendo especial atención en el consumo de agua, ya que la vivienda se encuentra en una zona en la que existen cortes frecuentes de suministro, debido a la precariedad de las redes de abastecimiento municipales.
Para reducir el consumo de agua, además de instalar un depósito de aguas pluviales de 11.000 litros, las zonas no pavimentadas tienen césped artificial y corteza y se plantó vegetación autóctona (olivo, laurel, romero, lavanda, etc.), que requieren de muy poco consumo de agua y que se riegan con un sistema de goteo regulado por un detector de humedad.
La piscina se hizo de la mínima altura posible (entre 80 y 140cm), para que se utilizase menos energía para depurarla y tuviese menos volumen de evaporación. El sistema de depuración es de electrólisis salina con un filtrante de ECO-VIDRIO, fabricado con vidrio reciclado y con un gran rendimiento, que ahorra consumo de agua y de electricidad.
Tanto el interior de la vivienda, como el jardín, como la piscina se gestionan con una aplicación de domótica que controla la iluminación y las persianas y monitorea los valores de las placas fotovoltaicas y el estado del agua de la piscina, para que ésta no pueda deteriorarse.
