La escultura Barcelona Head creada por Roy Lichtenstein cumple 30 años
Así participó Rosa Gres en este proyecto artístico
En el año 1992 Barcelona se movía con el ritmo alegre y vital de las Olimpiadas. La ciudad se transformaba y se abría al mar. Un año antes, en 1991, el ayuntamiento había encargado a Roy Lichtenstein un proyecto escultórico para el puerto de Barcelona. El artista propuso crear la escultura Barcelona Head que hoy podemos contemplar en el paseo de Colón, en el Port Vell, al lado del Moll de la Fusta. La Cara o la Cabeza de Barcelona es un reclamo visual de 15 m de altura por 6 m de ancho y una combinación de colores que no se olvida.
Barcelona Head forma parte de una serie que Lichtenstein llamó “brushstrokes”, una colección de pinceladas que dejó en diferentes ciudades del mundo. La de Barcelona simboliza un rostro femenino creado en dos dimensiones. Es un homenaje a la ciudad, al modernismo y a la obra de Gaudí. Si la observamos con detalle podemos ver como las piezas del trencadís recubren gran parte de la escultura. Pero Barcelona Head es sobre todo una muestra del estilo pop art que identifica el universo artístico de Lichtenstein. Una pincelada brillante de su arte que sintoniza a la perfección con el espíritu multicultural de la ciudad.
En 1991 y con el proyecto en marcha, el IMPU, el equipo de urbanismo responsable de su construcción, necesitaba conseguir una serie de materiales con propiedades muy específicas. Altísima resistencia, colores inalterables a lo largo del tiempo, vivos, idénticos a los creados por el artista y capacidad para fabricar una serie de piezas especiales a medida. Como los topos, rojos, redondos y perfectos, con un diámetro de 30 cm. O las piezas esquineras, redondeadas, con ángulos de 90º y 120 º. Y es en ese punto dónde Rosa Gres tuvo el gran placer de ser elegida para participar en el proyecto de esta obra artística. La escultura lleva 30 años instalada en el Moll de la Fusta de Barcelona. Tan bella y espectacular como el primer día. Y esto nos recuerda una vez más la alta resistencia y calidad de nuestro gres porcelánico.
Iniciamos el proyecto en febrero de 1991. Roy Lichtenstein nos visitó por primera vez para entregarnos personalmente las muestras de cada uno de los colores. Todos ellos, rojo, amarillo, azul, salmón, negro y blanco, se declinaban en diversas tonalidades. El reto era conseguir exactamente cada tono. Un trabajo de precisión artística en el que todo el equipo de Rosa Gres se volcó con intensidad. Había que aplicar toda nuestra experiencia y hacerlo perfecto. Y llegó el momento clave, la segunda visita del artista a nuestra fábrica. Fue cuando le mostramos las piezas y los colores para que pudiera verificar en directo si eran tal y como él los había ideado. Roy Lichtenstein revisó el material y complacido nos dio su aprobación. ¡Lo conseguimos! Y el proyecto avanzó imparable hasta la fase de instalación final en septiembre del mismo año.
Para hacer realidad el sueño de construir Barcelona Head se creó un equipo profesional amplio y muy diverso. Colaboramos con el taller de escultura P. Fuste y los maquetistas de Maquet Barna. Y para lograr la sensación del trencadís contamos con la experiencia del taller Feina. De forma artesanal las piezas de gres se “rompieron” para resurgir convertidas en el trencadís que recubre la escultura.
Desde el primer momento el proyecto se convirtió en una experiencia única. Inolvidable. La oportunidad de trabajar con un artista como Roy Lichtenstein, la colaboración sincronizada de tantos profesionales y la sensación de haber vivido en directo un instante de la historia de la ciudad a través de una obra de arte que permanece inalterable.
¡Feliz 30 Aniversario Barcelona Head!