LETICIA LÓPEZ PEREIRA – Balneario de Lanjarón

SOBRE EL CONCEPTO CREATIVO DE ESTA OBRA.
UNA DEFINICIÓN DE ESTILO.

Esta obra surge con unas premisas un poco distintas de lo que suele ser habitual. La premisa de inicio: es un espacio, cerrado, con historia, en el debíamos integrar un elemento tecnológico, de disfrute.

El concepto viene de la necesidad del cliente, de la necesidad del espacio y de salvaguardar la historia del edificio, un edificio construido en ladrillo descubierto, siguiendo en sus formas las trazas propias de la arquitectura historicista neomudéjar de principios de siglo.

¿Qué era lo más importante y lo que representaba este espacio?

Los manantiales son el corazón del Balneario. Los manantiales calientes, con una temperatura de unos 25º C en El Salado, de clorhidratos de sodio y manganesio. Y por otra parte, los manantiales fríos, con una temperatura de 16º C en el de San Vicente, acídulos, alcalinos, ferruginosos, que brotan en terrenos de talquitas y esquistos arcillosos erosionados. Sin duda la escalera telón de fondo, los grandes ventanales y ese imponente espacio gobernado por columnas.

Hemos intentado conservar todo esto que es parte de la historia del edificio, parte de la historia de Lanjarón, conservarlo, darle valor y hacerlo practico y útil para el nuevo uso que ese espacio iba a tener. El cliente nos solicitó una serie de mínimos a cumplir para este nuevo uso. Las instalaciones necesarias para darle servicio han sido muy complejas, complicadas y ocupan mucho espacio.

Pensamos que hemos conseguido mantener la idiosincrasia del lugar, potenciarla y a la vez darle un uso nuevo y traerlo al siglo XXI sin que sea una imagen demasiado tecnológica, demasiado fría y futurista, poque al final vas a un balneario y quieres relax, quieres que te envuelva un espacio agradable.

Creemos que lo hemos logrado con los materiales, con la gama de colores, con la luz que entra, con las vistas que nos proporcionan los ventanales, con la energía del mismo lugar

PAISAJE, ENTORNO Y DISEÑO, ¿CÓMO ENCAJAN?

Si hablamos de forma general, el diseño está condicionado por el entorno, a la fuerza: la topografía, la existencia de árboles, un cauce de un río, son elementos que hay que tener en cuenta a la hora de redactar el proyecto.

El entorno es más condicionante que las vistas a la hora de iniciar la idea y el diseño del proyecto.

En nuestro caso, el entorno era un espacio vacío, estábamos condicionados por un gran cascaron con historia y por vistas. Y debíamos mantener estas dos cualidades, la historia y las vistas. A ello nos aferramos con fuerza hasta conseguir una distribución óptima de los espacios y enfatizar todos los elementos que queríamos poner en valor y en relieve, e intentar integrarlos lo mejor posible en el diseño final del proyecto.

¿CÓMO ELIGES LOS COLORES?

Aquí ya seguramente subyace más un gusto personal o una tendencia hacia algo. Mis tendencias son siempre hacia los colores grises, blancos, negros. Mi tendencia natural es esa, pero creo que cada proyecto, al final, te va pidiendo algo distinto y es el mismo proyecto el que te lo pide.

Durante el proceso creativo veo el proyecto de un color y aunque me planteo otras opciones, al final me doy cuenta de que ese primer flash es el que necesita el proyecto. Y creo que casi siempre se acierta o por lo menos en mi caso, ¿tiene una base científica? Pues seguramente no, vendrá condicionado por gustos, por modas, por muchas otras cosas externas, pero al final el conjunto es el que tiene que hablar.

¿A QUÉ RETOS TE ENFRENTASTE CON ESTE PROYECTO?

Para mí el gran reto de este proyecto fue vencer mis condicionantes sentimentales y afectivos hacia un lugar que toda mi vida había conocido y disfrutado de una determinada manera y que ahora tenía que transformar en algo muy distinto.

¿QUÉ RETOS TE PLANTEA EL DISEÑO DE UNA PISCINA DE UN BALNEARIO?

No se puede generalizar, cada proyecto en concreto tendría su propia respuesta. Pero en líneas generales, me intento plantear construcciones que se adaptan a la topografía existente (…) crear una interacción entre arquitectura y paisaje, de forma que la propia arquitectura aparece conectada al paisaje como si fuese una prolongación de este.

Por un lado, intento ser respetuosa con el entorno en cuanto a escalas y materiales, pero al mismo tiempo intentaría hacer una piscina que responda a nuestro tiempo, todo ello en un volumen al que ha ido dando forma la topografía.